El Salvador
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido al gobierno de El Salvador que la compra continuada de Bitcoin podría poner en riesgo el desembolso de un préstamo por 120 millones de dólares, acordado en abril como parte de un programa de estabilización fiscal. La advertencia reaviva el debate sobre soberanía monetaria e innovación financiera en América Latina.
Desde que el presidente Nayib Bukele oficializó al Bitcoin como moneda de curso legal en 2021, el país ha sido objeto de observación internacional. Aunque el gobierno defiende su política como una apuesta por la inclusión financiera, organismos multilaterales la consideran una fuente de volatilidad y riesgo regulatorio.
En su reciente informe, el FMI sostiene que las criptomonedas no pueden reemplazar a una moneda soberana sin comprometer la transparencia fiscal, el control inflacionario y el cumplimiento de estándares internacionales contra el lavado de dinero.
El gobierno salvadoreño, por su parte, respondió que la compra de Bitcoin ha sido una estrategia soberana de inversión y que el préstamo acordado no incluye condiciones explícitas sobre activos digitales. Sin embargo, fuentes del Ministerio de Hacienda han señalado que las negociaciones con el FMI podrían congelarse si no hay un “piso de entendimiento”.
A nivel jurídico, no existen mecanismos claros sobre cómo un organismo financiero multilateral puede condicionar préstamos sobre decisiones de política monetaria adoptadas por un país soberano. El debate se centra en la cláusula de “prudencia financiera” que el FMI invoca en sus programas.
El Banco Central de Reserva de El Salvador ha sido cuestionado por no publicar informes periódicos sobre el impacto del Bitcoin en la balanza de pagos ni en el sistema bancario. Esto ha motivado la presentación de un recurso de amparo ante la Sala de lo Constitucional por parte de organizaciones civiles.
La advertencia del FMI podría tener consecuencias más allá de El Salvador: pone sobre la mesa los límites de la autonomía económica de los países en desarrollo frente a los organismos financieros internacionales.
Fuente: Criptonoticias